Una de las situaciones que causa más confusión cuando se visita la mayoría de los países con influencia británica, como es el caso de Australia, es saber – o recordar – a dónde debemos mirar antes de cruzar una calle.
Y esto se complica si a las bicicletas, coches y autobuses, tenemos que sumar los tranvías.
Melbourne: ¡cuidado con los tranvías!
Para reducir el número de incidentes, en Melbourne la empresa responsable de ese servicio de transporte público ideó una curiosa, simpática y un poco atemorizante campaña, en la que compara a los tranvías con ¡rinocerontes!
Así que cuando visites Melbourne, una de las ciudades más interesantes del país y con mejor calidad de vida, no olvides tener mucho ¡cuidado con los tranvías! para que no te lleves ningún susto.

Beware the rhino
El slogan principal de la campaña que financió la empresa Yarra Trams es “In anyone’s language a tram weighs as much as 30 rhinos” (En cualquier idioma, un tranvía pesa tanto como 30 rinocerontes).
También hay una versión corta – “Beware” (¡Atención!) – traducida a innumerables lenguas.

Por mi parte, tengo que decir que la campaña no sólo captó mi atención como turista curiosa, sino que, además, no olvidé ni por un segundo que tenía que tener ¡mucho cuidado con los rinocerontes!, perdón, ¡con los tranvías!


Usar el tranvía en Melbourne
Si tienes previsto visitar Melbourne, y no estás muy familiarizado con este sistema de transporte, te recomiendo ver el vídeo «How to ride Trams in Melbourne»
Este medio de transporte es muy sencillo de usar, tiene muy buenas conexiones y, además, el servicio es gratuito en el centro de la ciudad. La zona libre de pago, cubierta por la línea 35, está perfectamente delimitada.
Que bueno! En UK me paso lo mismo, nunca sé hacia que lado mirar. Muy buena campaña
¡Qué buena idea la campaña comparando el tranvía con los rinocerontes! La verdad es que cuando estás acostumbrado a circular por el carril derecho, se te hace raro mirar al sentido contrario… En Londres hemos pasado más de un susto por este motivo…
Curiosamente, en estos países llevo peor ser peatona, que conductora. Con el coche me ubico rápidamente, pero a pie siempre ando despistada. Y si hay un tranvía de por medio, ya no te cuento jajaja La campaña me pareció original y divertida!! Y además traducida a todos los idiomas.
Jajajaja… nada menos que rinocerontes. Cómo para no darse cuenta. Desde luego el que se equivoque no tendrá perdón. Un abrazo.
Jajajaja, bueno, no te creas, con eso de que van a sentido contrario al que estamos acostumbrados la mayoría, a veces miramos al lado equivocado y oh, sorpresa, ahí está el «rinoceronte» En todo caso, la campaña no pasaba desapercibida. Otro abrazo para ti.