Si estás pensando viajar a Nueva Zelanda y eres amante del ciclismo, te puede interesar un plan diferente para conocer el corazón de la isla sur: recorrer en bicicleta el Otago Central Rail Trail.
O, lo que es lo mismo, la ruta por las antiguas vías del tren, construidas para unir a las poblaciones del interior durante los años de la fiebre del oro, y que cruza 150 kilómetros de la impresionante región central de Otago.
De hecho, esta es una de las top cinco actividades, o lugares de Otago Central, que todo neozelandés debería hacer o visitar alguna vez en su vida (Must do for kiwis)
También es una opción atractiva para los visitantes que desean hacer una ruta distinta, y conocer rincones de la isla Sur de Nueva Zelanda, a la que apenas llegan turistas extranjeros.
Otago Central Rail Trail: Nueva Zelanda en bicicleta
Antigua estación del tren en Wedderburn, uno de los pueblos fundados durante los años de la fiebre del oro
El recorrido del Otago Central Rail Trail puede iniciarse en Clyde, considerado uno de los dos pueblos más bonitos del país (“compite” con Naseby por el lugar de honor)
Puente próximo a Clyde, considerado uno de los pueblos más bonitos de Nueva Zelanda
Clyde es la mejor opción para comenzar la ruta si estás en Queenstown o Cromwell
Esta población de 850 habitantes, rodeada de un paisaje que sin lugar a duda suma puntos para su buena clasificación, está a unos 10 minutos de Alexandra y a menos de media hora de Cromwell (24 kilómetros)
Si se prefiere comenzar al contrario, entonces el punto de partida sería Middlemarch, a donde se puede llegar desde Dunedin.
La ruta completa puede hacerse en unos 4 ó 5 días en bicicleta, 7 días a pie, y a caballo, pues depende de la destreza de los jinetes y amazonas.
El Otago Central Rail Trail está muy bien señalizado e incluso indica el tiempo requerido para cada tramo
Algunos tramos son bastante suaves y aptos para toda la familia (Clyde – Alexandra, 7 kilómetros, Millenium Track), mientras que las etapas entre Chatto Creek y Lauder o entre Oterehua y Ranfurly requieren un esfuerzo extra en los ascensos.
Curiosidades en la ruta
Entre las turiscuriosidades que pueden encontrarse en el camino destacar:
- La oficina de correos más pequeña del país (Chatto Creek)
- El hecho de que en Lauder pueda respirarse el aire más puro de Nueva Zelanda
- Cruzar el paralelo 45 en Becks, a mitad de camino entre el Polo Sur y el Ecuador
- Enviar una postal desde Ophir, donde se encuentra la oficina de correos kiwi más antigua, entre las que aún prestan servicio (desde 1886.)
Chatto Creek: la oficina de correos más pequeña de Nueva Zelanda
Lauder, donde al parecer se respira el aire más puro de Nueva Zelanda
Ophir: oficina de correos en funcionamiento desde 1886
Para quienes deseen dejar constancia de haber recorrido la Otago Central Rail Trail, lo mejor es comprar un pasaporte, que podrán ir sellando cada vez que lleguen a una de las antiguas estaciones del tren que cruzó la región por última vez en 1990.
Sin duda alguna será un original recuerdo de viaje.
Punto de sellado del pasaporte, es autoservicio!
Tips para turistas curiosos
Aunque la mayoría de las personas hacen la ruta en bicicleta, también se puede hacer a pie o a caballo
Antes de embarcarse en esta aventura, lo más recomendable es visitar la página web de la ruta, que ofrece toda la información necesaria, o consultar el Otago Rail Trail Guide Book disponible en las oficinas turísticas (I-sites)
Los meses de marzo y abril son los preferidos por la mayoría de las más de 10 mil personas que hacen esta ruta anualmente (90% neozelandeses).
Entre octubre y noviembre algunas de las fincas privadas por donde transcurre el camino, suelen cerrar el paso por ser la temporada de parto de las ovejas.
Las ovejas no faltarán en el recorrido, ya que atraviesa algunas fincas privadas
Anualmente, el último fin de semana de febrero se celebra The Otago Central Rail Trail Challenge Duathlon, una combinación de carrera y bicicleta de montaña que cubre los 150 kilómetros del recorrido en 2 días.
Como última sugerencia para tu visita a Nueva Zelanda, te recomiendo contratar un seguro de viaje.
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Pues yo lo de la bici lo llevo un poco mal, pero a Nueva Zelanda ya tengo ganas de ir no te creas. Me ha encantado lo del pasaporte. Yo soy mucho de esas chorraditas, luego me gusta mirarlo en casa y recordarlo. Tengo un pasaporte de ese estilo de la Expo 92 y lo guardo como una verdadera joya.
Hola!! Lo bueno de esta ruta es que también se puede hacer a pie y el pasaporte vale igual, y sino, siempre queda la opción del coche aunque sea para disfrutar de algunos de los paisajes, que son espectaculares. 🙂 A mí también me gustan estos detalles que parecen «chorradas», pero al final es uno de los mejores recuerdos del viaje. Saludos viajeros y espero que pronto puedas conocer NZ.
¡Qué pasada! Desde siempre he querido ir a Nueva Zelanda, me atraen tanto esos paisajes, esas casitas… Y lo de que haya más ovejas que personas je je je me encanta la idea de hacerlo en bici, se tiene que disfrutar mucho más 🙂
Un abrazo de la cosmopolilla
Seguramente hay más rutas para hacer en bicicleta, pero esta parece ser una de las favoritas de los neozelandeses y no me extraña. En la isla sur es muy curioso lo de las ovejas porque puedes recorrer decenas de kilómetros y los únicos seres vivos que ves son ovejas, y de vez en cuando, una súper casa en mitad de la nada. Si te gustan los lugares tranquilos, este es tu destino 🙂
Una manera diferente de viajar. Slow travel y con preciososm paisajes, a buen seguro!
Especialmente en esta zona, creo que vale la pena hacer parte de la ruta a pie o en bicicleta. En coche no se disfrutan igual estos paisajes tan bonitos. Además, tiene el encanto especial de seguir los pasos del antiguo tren.