Los temas escatológicos no son precisamente mis favoritos, pero no hay que negar que durante los viajes se presentan ciertas necesidades que hay satisfacer sí o sí, y entonces se convierte en un asunto muy serio esto de los baños públicos.
Un reconocido blogger de viaje de España, Xixerone, redactó un ameno post que tituló “Meando alrededor del mundo” y esta me pareció una buena excusa, no para extenderme en la materia, dado que no tengo tanta experiencia, sino para sacar a la luz unas pocas fotos de uno de los aseos más futuristas que he visto en mis periplos, y que ha inspirado esta entrada sobre esos modernos baños públicos donde uno no los espera.
Esos modernos baños públicos donde uno no los espera
Si hubiera estado en Londres, Barcelona, Berlín o Nueva York no me hubiera llamado la atención, pero es que este moderno aseo estaba en Roxburgh, Nueva Zelanda. Un pequeño pueblo casi fantasma de la región central de Otago en la isla sur.


Todo era digital, con luces de colores y la robótica voz de una mujer que te iba dando instrucciones.
Confieso que al principio me costó entender cómo funcionaba la cosa, pero luego me pareció bastante “turiscuriosa” la anécdota.
Así que si por una de esas vueltas de la vida pasas por Roxburgh, ya sabes que podrás “desahogarte” sin problema.


Tips para turistas curiosos
¿Y dónde está Roxburgh?
Roxburgh es un pequeño pueblo de Nueva Zelanda en el que residen unas 600 personas. Está a 40 kilómetros de Alexandra y es el punto de unión entre esta población y Dunedin, la segunda ciudad en importancia de la isla Sur.
Como la mayoría de los pueblos de la región central de Otago, Roxburgh se fundó para recibir a las miles de personas que llegaron atraídas por la fiebre del oro.
En la actualidad, su economía se basa en el ganado y, sobre todo, en la industria de la fruta.
Roxburgh y sus famosos pasteles
No obstante, si por algo es conocido este lugar es por un pequeño comercio especializado en los típicos pasteles kiwis: Jimmy’s Pies.
Se dice que preparan los mejores pies de la isla sur. Así que, por supuesto, tenía que confirmar dicha afirmación.
Después de dar un paseo por algunas de las calles del pueblo, pasé por Jimmy’s Pies y probé el de manzana, recién hecho, y tengo que reconocer que realmente estaba muy bueno. No obstante, la especialidad de la casa es el pastel de carne.
Si visitas Roxburgh ya sabes que no puedes irte sin detenerte antes en este local y degustar algunos de sus pies (pasteles rellenos). Tienes una buena lista para elegir entre dulces y salados.


Otras curiosidades sobre Roxburgh
Jimmy’s Pies es una empresa familiar que abrió sus puertas en 1960. En la actualidad, el hijo del fundador se encarga de este pequeño negocio que tiene más de 60 años preparando esta comida rápida neozelandesa. Aseguran que hornean una media de 20 mil pies al día. Así que mucha gente tiene que venir por aquí.
Verano es una de las mejores épocas para visitar este pequeño pueblo y disfrutar de toda la fruta que aquí se cosecha como peras, manzanas y fresas, entre muchas otras.
Además, ofrece varios atractivos para los amantes de la naturaleza. Entre ellos:
- Ruta circular de 5 kms, para hacer a pie, que te lleva por el río Clutha y entre algunos de los edificios históricos más emblemáticos.
- Pesca y canoísmo en los lagos Pinders y Roxburgh. También se puede nadar y hacer picnic en MacKenzies Beach.
- Rutas en bicicletas como Cycle Clutha Gold Trail y Roxburgh Gorge Trail
Otra curiosidad de Roxburgh es que cuenta con el cine más antiguo del país, entre los que aún se mantienen abiertos.
Está ubicado en la calle Escocia y fue inaugurado en 1898. Es una de las 4 salas que todavía quedan en esta región central de Otago.
Si quieres pasar por Jimmy’s Pie, está al comienzo de la calle principal de Roxburgh, a mano izquierda, si vienes desde Dunedin.
Abre de lunes a viernes, hasta la 4:30 de la tarde, y probablemente sea el único comercio, además del supermercado y algún pub, que verás abierto en el pueblo a esa hora.
¡Gracias por la mención! Excelente post 🙂
¡Muchísimas gracias a ti! 🙂