Tan cerca y tan lejos. Aunque suene a tópico, Portugal, y especialmente el norte del país luso, es ese gran destino a descubrir por quienes vivimos en España. Lo tenemos al lado, pero siempre vemos hacia otros rumbos cuando pensamos en un viaje, incluso si se trata de una escapada.
Es cierto que, en los últimos años, se ha incrementado el número de turistas españoles, pero aún seguimos pensando que ya tendremos tiempo de ir allí.
Es como si fuera nuestra ciudad, la cual vemos, pero no observamos, hasta que llega alguien de afuera y nos “descubre” las maravillas y curiosidades del lugar en el que vivimos.
Y más o menos fue lo que me ocurrió a mí, tuvo que llegar alguien de afuera y proponer irnos a la “aventura” a conocer el norte de Portugal y Oporto para yo dar el paso.
Y me encantó lo que vi y me pregunté muchas veces, por qué no había cogido el coche antes y me había ido a recorrer un país que tiene mucho que ofrecer, con buenas carreteras y tanta gente amable.
Portugal: ruta por el norte del país luso
Sólo estuvimos 5 días de ruta por el norte del país luso, pero estuvieron muy bien aprovechados. Este fue el itinerario que seguimos:
Día 1: Salamanca – Zamora – Braganza
Salimos desde Madrid vía Salamanca. Aquí nos detuvimos para dar un paseo por su Plaza Mayor, una de las más bonitas de España y nos acercamos a la Catedral Nueva para buscar al astronauta.

Luego continuamos rumbo a Zamora, pequeña ciudad castellano-leonesa que no conocía y que es punto de referencia especialmente por su Semana Santa, que fue declarada de Interés Turístico Internacional en 1986.
Vale la pena detenerse en la ciudad con mayor número de templos románicos de Europa, para recorrer su tranquilo casco histórico y disfrutar de una copa de vino de la vecina Toro (DO Toro).

Dejamos atrás Zamora y nos dirigimos a Portugal. No nos preocupamos por reservar alojamiento porque la escapada la hicimos en temporada baja (mes de mayo).
Tampoco teníamos mucha información, así que nos dejamos llevar un poco por la intuición.
Al cruzar la frontera, nos dio la bienvenida Braganza, pequeña y acogedora. Es la capital de uno de los municipios más grandes del país, pero también es una de las regiones con menos población.
El castillo fortaleza de Braganza y el minúsculo poblado medieval que lo rodea, están entre sus principales atractivos.

Día 2: Vila Real – Alvao – Oporto
En nuestro segundo día de ruta, nos esperaban Vila Real y el parque natural de Alvao. Creado en 1983, abarca una zona protegida relativamente pequeña, entre los municipios de Vila Real y Mondim de Basto.
Es un refugio para varias especies, con 7.200 hectáreas de montaña surcada por cursos de agua que bordean una de las montañas portuguesas más impresionantes: la sierra de Marão.
La visita a este parque también nos permitió conocer la aldea de Lamas d’Olo, que aún conserva auténticos ejemplos de arquitectura popular y antiguas tradiciones.
Nos hubiera gustado hacer la caminata hasta los saltos de agua de Fisgas de Ermelo, en Alvao, pero debimos dejarlo para una próxima oportunidad.

Vila Real y Oporto
En Vila Real, otra tranquila ciudad portuguesa de poco más de 25 mil habitantes, el Palacio de Mateus, rodeado de amplios jardines, y la Catedral de Santo Domingo acaparan la atención de la mayoría de los visitantes.
También es agradable pasear por sus calles peatonales, o sentarse en una de sus terrazas a degustar un galao (café con leche) o una caña.
Aunque nos sentíamos como en casa, tocaba partir porque el plan era llegar a Oporto temprano y buscar alojamiento con tranquilidad.
Tuvimos suerte y pudimos hospedarnos en un sencillo hostal regentado por un amable matrimonio portugués, que había vivido muchos años en Angola y que disfrutaba narrando sus experiencias.
Día 3: Oporto y Vila Nova de Gaia

El tercer día lo dedicamos en exclusiva a Oporto, la segunda ciudad más importante de Portugal.
Como fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pensé que iba a estar muy cuidada, pero la primera impresión me dejó en shock por el estado de los edificios, sobre todo en los barrios más cercanos al río Duero.
No obstante, a medida que la íbamos recorriendo, nos dimos cuenta de que esto era parte de su encanto.
Por otra parte, se ve que han estado haciendo un gran esfuerzo por modernizarla y su metro, el más largo de Portugal, cubre tanto el Centro como diversas zonas del área metropolitana.

Qué ver en Oporto y Vila Nova de Gaia
En Oporto pudimos disfrutar de un atardecer de postal, pero también de buena gastronomía como unas muy ricas sardinas a la brasa y deliciosos vinos (vinho do Porto), que degustamos en algunas de las bodegas que se asientan en la vecina Vila Nova de Gaia.
Casi todas están abiertas al público y ofrecen visitas guiadas en varios idiomas, dado el gran tirón turístico que representan para estas poblaciones.
Algunos de los puntos más importantes de Oporto son el Palacio de la Bolsa, la Catedral, la Iglesia y Torre de los Clérigos, el Palacio Episcopal, el Ayuntamiento y, por supuesto, sus puentes sobre el Duero.
Especialmente el Puente Dom Luis I, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y tan fotografiado como las barcas que descansan en el río que tradicionalmente se empleaban para transportar el vino.

Oporto nos tenía conquistados, pero había que continuar la ruta por el norte de Portugal, así que pusimos rumbo hacia Viana do Castelo y Barcelos.
Día 4: Viana do Castelo – Barcelos – Aveiro
Cuando te diriges a Viana do Castelo, es casi imprescindible acercarse al Templo Monumento del Sagrado Corazón de Jesús, en Santa Lucía, porque sólo por las vistas desde este emplazamiento vale la pena el viaje.
En cuanto a la ciudad, es una población más bien pequeña y con mucha gente mayor. Coincidimos con una de sus fiestas populares y pudimos escuchar a una banda tradicional que ejecutó algunos bailes en la Praça da República, en el casco histórico de Viana.


Barcelos y la Fiesta de las Cruces
Desde aquí partimos hacia Barcelos, que estaba celebrando la Fiesta de las Cruces, tradición motivo de orgullo para sus habitantes.
Esta ciudad es muy conocida por su gallo, en torno al cual hay una leyenda muy parecida a una historia que se supone ocurrió en Santo Domingo de la Calzada (España).
El ave es emblema de esta población, pero me atrevería a decir que también de todo Portugal.
En la entrada de la oficina de Turismo podías hacerte la respectiva foto al lado de un gallo gigante, pero si prefieres algo más discreto, hay decenas de artículos con este diseño y seguro que encuentras por lo menos uno que pueda ser útil. Además, dicen que atrae la buena suerte.

Con nuestro souvenir del emblemático gallo de Barcelos, nos dirigimos a la que sería nuestra última parada importante en territorio portugués: Aveiro.
Es conocida como la Venecia de Portugal, pero esto sólo lo supimos cuando llegamos a la ciudad y nos encontramos con sus canales y góndolas.
Desde el primer momento nos gustó y decidimos pasar aquí la noche en vez de continuar hasta Ciudad Rodrigo, como teníamos previsto originalmente.
Día 5: Aveiro – Ciudad Rodrigo – Madrid

Aveiro está a mitad de camino entre Oporto y Coimbra y cuenta con muy buenas vías de comunicación que la conectan a las principales poblaciones lusas y a España (una autopista te permite estar en Salamanca en 2 horas)
No vimos monumentos especialmente importantes, pero sí hay numerosos comercios y puede servir como “campamento base” para conocer los atractivos de la región (Costa Nova, el bosque de Bussaco, la fábrica de cerámica de Vista Alegre…)

Sin haberlo planificado, la visita a Aveiro se convirtió en una excelente manera de cerrar el recorrido por territorio luso, antes de volver a España vía Ciudad Rodrigo, y colocar así el broche de oro a esta ruta de 5 días por el norte de Portugal.
Un viaje que nos permitió conocer un país mucho más bonito de lo que imaginaba, con buenas carreteras, con gente muy acogedora y con pequeñas y tranquilas poblaciones que merecen que les hagamos una visita.
Viajar seguro
Como última sugerencia para tu visita a Oporto y el norte de Portugal te recomiendo contratar un seguro de viaje.
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Sorprendente post. Gracias por compartirlo…Espero màs…
Saludos
¡Qué buen recorrido Mauxi!Nosotros tenemos la fortuna de vivir cerquita de Portugal así que aprovechamos cualquier momento para «bajar» y seguir conociendo el país. Me encantan todos los sitios que comentas, sobre todo Barcelos y Porto claro 🙂
Un saludo!!
No me extraña que aprovechen cada oportunidad para recorrer Portugal. Yo quedé encantanda con el país durante este viaje y con ganas de seguir conociendo ciudades y pueblos. Además comimos muy rico y la gente fue siempre super amable y con muchas ganas de contarnos cosas de su tierra y mostrarnos lo mejor de ella. Saludos viajeros!!
La región del Minho, norte de Portugal, tiene características únicas asociadas con un paisaje natural de gran belleza y biodiversidad. Marcada por el verde intenso de los campos y viñedos, el hermoso Minho se une a la alegría contagiosa de los festejos y la hospitalidad de su gente. Visite la región verde de Minho, en norte de Portugal y encontrará el famoso Vino Verde típico de la región, variedades típicas como Albariño y Loureiro dan muchos buenos vinos blancos para disfrutar durante el verano.
Saludos desde la Quinta Dom José Turismo Rural en Braga, Portugal
Gracias por las recomendaciones y confirmo que es una región muy bonita y con muy buenos vinos. Feliz semana!
Gracias, feliz semana!
El gallitoooooooooooooo que envidia que lo tuviste en grande 🙂 cuando fuimos a Oporto no estaba o al menos no lo encontre… eso si, le tomaba fotos en todas las tiendas en donde me lo encontraba y hasta le dedique un articulo solo a el… es que me encanto ^^
Saluditos!
Hola Olga!! Nosotros tuvimos suerte de verlo, pero en la ciudad de Barcelos. Cuando llegamos a la oficina de turismo y lo vimos, no pudimos evitar la tentación de hacernos la foto 🙂 Además la historia es muy «turiscuriosa» 🙂
En el último tiempo tengo un deseo muy fuerte de querer conocer Portugal, espero poder hacerlo en algún momento! Gracias por compartir tu viaje!
Espero que puedas visitar pronto Portugal, estoy segura que no te va a defraudar. Gracias a ti por pasarte y comentar! 🙂