Cada vez que tengo unos días libres aprovecho para escaparme a algún lugar con encanto, así que cuando se me presentó la oportunidad pensé en ir a Francia. El primer lugar que me vino a la cabeza fue París.
Sin embargo, como ya había estado en un par de ocasiones me puse a turiscuriosear otras alternativas, para pasar unos días tranquilos, y encontré una página que trataba de Francia en la que pude planificar mi viaje al completo y encontrar auténticas gangas.
Escapada a la región de Champaña-Ardenas
Volamos a la capital francesa, ya que esta era la opción más barata y rápida, alquilamos un coche y tardamos menos de dos horas en llegar a Épernay, que se encuentra en el departamento de Marne.
Aprovechamos el viaje por carretera y paramos a comer en Meaux, una ciudad artística famosa por sus quesos. Y como Francia, en general, es famosa por sus vinos, vayas donde vayas tienes que probarlos.
Una vez ya instalados, visitamos la ciudad de Épernay, que está rodeada de bodegas en las que poder degustar su famoso Champán.
Seguramente encontrarás algunas actividades de visitas guiadas a las bodegas de la zona, aunque yo os recomendaría otra un tanto más especial.
La encontré en la página sobre Francia y me pareció realmente turiscuriosa, su precio no era alto y se trataba de una visita guiada a los viñedos de Champagne en buggy o quad.
Esta actividad se realiza cerca de Reims, una ciudad grande que cuenta con unos cuantos monumentos. Recomiendo visitarla y comer en alguna bodega cercana.
Troyes y Langres
Después de pasar unos días en el departamento de Marne, nos dirigimos a Troyes, situado en el departamento de Aube.
Troyes es perfecta para los amantes del arte, pero también es un lugar ideal para quienes les gusta ir de tiendas, encontrar auténticas gangas y comprar regalos para la familia.
Otros lugares que también visitamos fueron el Parque Natural Regional del Bosque de Orient, donde se puede practicar un poco de senderismo y disfrutamos como niños pequeños en Nigloland, un parque de atracciones situado en Dolancourt.
La última población en la que estuvimos fue Langres, situada en el departamento del Alto Marne y considerada una de las 50 ciudades más bonitas de Francia, así que decidimos alojarnos en ella.
Uno de los imperdibles en esta visita es darse una vuelta por la noche por sus calles, ya que iluminan algunos de sus monumentos.
Cerca de este encantador lugar se encuentran cuatro lagos (Liez, Vingeanne, Charmes y Mouche) que también recomiendo conocer, para pasar un día tranquilo y disfrutando de la naturaleza.
En la ruta de regreso a París para coger el avión, hicimos una parada en Fontenay-sous-Bois, donde comimos y aprovechamos para descubrir los encantos de esta parte de la Isla de Francia, que probablemente sea uno de los sitios más románticos que puedes imaginar.
Tips para turistas curiosos
Recomiendo alquilar un coche en este tipo de viajes, ya que al visitar muchos pueblos y ciudades en poco tiempo no es nada práctico moverse en transporte público.
En general, nosotros tardamos 1 hora en itinerarios que nos hubiesen llevado unas 3 horas en bus o tren. En la página que mencioné anteriormente puedes encontrar información sobre dónde alquilar vehículos.
También encontrarás números de teléfono, contacto y precios, así que al recopilar toda esta información será más fácil planificar todo desde casa.
Viajar nos abre la mente, cargamos las pilas y nos permite conocer otras culturas, así que te animo a que visites alguna de estas ciudades y pueblos con encanto que a mí, personalmente, me dejaron encantada.